Bego Grau PuigLa comarca del Matarraña, en la provincia de Teruel (Aragón), es una joya apenas descubierta que se extiende en el noreste de España, ofreciendo a sus visitantes un viaje a través de la historia, la naturaleza y la gastronomía. Conocida como la “Toscana española“, paisaje del Matarraña está salpicado de antiguos pueblos de piedra, olivares y espectaculares montañas. Tres días por esta comarca, comenzando el viaje desde Barcelona, sumergen a uno en una tierra de fantasía, explorando algunos de los rincones más bellos y acogedores del Matarraña.
Matarraña Día 1: Barcelona – Calaceite – Cretas – Valderrobres
La ruta propuesta comienza con un traslado desde Barcelona, un trayecto que nos adentra en el corazón de Aragón y nos lleva directamente al Matarraña, un destino que seduce desde el primer momento. CONSEJO PARA CURIOSOS: no olviden detenerse en acueducto de Tarragona que encontrarán al lado de la autopista. Desde su mirador se puede admirar una verdadera pieza de ingeniería romana.
Una carretera de ensueño, flanqueada por altísimas montañas rocosas, los adentrará en el corazón del Matarraña. La primera parada propuesta es Calaceite, un pueblo que destila historia en cada uno de sus rincones. Se encuentra justo al entrar a la comarca y es uno de las paradas más bonitas que encontraremos. Pasear por sus calles empedradas es como retroceder en el tiempo; sus edificaciones de piedra y sus callejuelas estrechas nos adentran en la España medieval. Los edificios de roca tallada son toda una obra de arte. Permítanse el lujo de perderse y explorar el pueblo con calma. Miren bien el paisaje porque es una verdadera maravilla de la naturaleza.
La siguiente parada es Cretas, a muy pocos kilómetros de Calaceite, otro encantador pueblo donde la belleza de lo sencillo cobra protagonismo. Tomen un momento para asomarse por alguno de sus miradores de piedra y déjense sorprender por el paisaje. Entenderán por qué se le llama al Matarraña “la Toscana española”. CONSEJO PARA CURIOSOS: vayan con cuidado con dónde aparcan si no quieren que la megafonía retransmita por todo el pueblo el modelo y matrícula de su vehículo.
El broche de oro del día es Valderrobres, el pueblo más importante de la zona. Aprovechen para comer en la plaza de la Constitución y recuerden hacer reserva en el restaurante la “Fonda La Plaza”, que siempre está lleno, donde encontrarán un menú de 16€ que no los dejará indiferentes. Ya que están en Aragón, no duden en probar el ternasco típico de la zona.
CONSEJO PARA CURIOSOS: la “Fonda La Plaza” está ubicada en un antiguo edificio de piedra del siglo XIV y actualmente es la quinta fonda más antigua de Europa. Fíjense en el edificio de al lado, que aún conserva sobre su puerta el letrero “Casa de Viajeros de Enrique Blanc”.
Su impresionante castillo domina el paisaje desde lo alto y su puente medieval da la bienvenida a todos los que cruzan el río Matarraña. La conservación de su casco histórico, uno de los más bellos de Aragón, hace que caminar por Valderrobres sea una experiencia única.
Matarraña Día 2: Morella – Els Ports
El segundo día nos lleva a Morella, un pueblo que parece sacado de un cuento de hadas, ubicado en la Comunidad Valenciana pero íntimamente ligado a la historia y cultura del Matarraña. Su imponente castillo y murallas centenarias encierran leyendas y historias de batallas y reconquistas. Las calles de Morella, llenas de vida y color, ofrecen una mezcla perfecta de historia, arte y gastronomía. Recuerden abrigarse bien de los fuertes vientos con los que se encontrará en lo alto de la colina. CONSEJO PARA CURIOSOS: no se olviden de hacerse una foto en el curioso “Portal de la Nevera”.
Por la tarde, la aventura continúa hacia Els Ports, una impresionante formación montañosa que ofrece paisajes de inigualable belleza y una riqueza natural sorprendente del Matarraña. Aquí, el aire puro y la vastedad del paisaje invitan a la reflexión y al contacto íntimo con la naturaleza. Es un lugar ideal para los amantes del senderismo y aquellos que buscan escapar del bullicio de la ciudad. Recuerden llevar calzado cómodo, que les va a tocar caminar.
Matarraña Día 3: Beceite – Cata de aceites en La Torre del Marqués – Vuelta a Barcelona
El último día aprovecharemos para perdernos por Beceite, un pueblo que guarda entre sus calles historias de agua y piedra del Matarraña. Su paraje natural, donde destaca el Parrizal, ofrece rutas de senderismo que discurren entre pozas de agua cristalina y grandes rocas. Es un espectáculo natural que no deja indiferente a nadie.
Finalizamos nuestra ruta con una comida y cata de aceites en La Torre del Marqués, un hotel que combina lujo y tradición en medio de un paisaje de olivares. Esta experiencia nos permite descubrir los secretos del oro líquido del Matarraña, con una tradición olivarera que se remonta a siglos atrás. Es el broche de oro a un viaje lleno de sensaciones, sabores y paisajes que quedan grabados en la memoria.
De vuelta a Barcelona aprovechen la oportunidad para hacer una breve parada en Arnes, un pequeño pueblecito rodeado de leyendas de brujas.
CONSEJO PARA CURIOSOS: fue en Arnes donde Joan Malet, primer cazador de brujas históricamente conocido, inició aquí su macabra carrera de acusaciones a mujeres.
Antes de regresar, tomen un momento para parar por Horta de Sant Joan, conocido por ser donde Picasso dijo haber aprendido todo lo que sabía sobre arte. Es una pequeña joya escondida entre las montañas, con una preciosa iglesia medieval que, igual que el Matarraña, es toda una increíble sorpresa.
